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3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez
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Un mapa que puede cambiar su opinión sobre la cooperación china en África

La inversión del gigante asiático en infraestructuras contribuye a reducir la desigualdad

Gonzalo Fanjul
"Show me the money."
"Show me the money."Andy Wong (EFE)

La cooperación china no goza de buena reputación en los salones de expertos occidentales. Cualquier comentario sobre su presencia en África y otras regiones en desarrollo suele ir acompañado de un rosario de cautelas acerca del carácter extractivo de las inversiones, el apoyo a regímenes políticos poco recomendables o el pingüe beneficio que genera para los contratistas y técnicos de la propia China. Todo eso es cierto (al menos en parte), pero la realidad es algo más compleja. Además de riesgos, la ayuda china ofrece a los países receptores apoyo en sectores que los donantes tradicionales habían abandonado hace tiempo y que constituyen, sin embargo, piezas fundamentales en la estrategia de desarrollo de cualquier país.

Pocos son tan importantes como el de las infraestructuras, especialmente las infraestructuras de transporte. Este sector es costoso, vulnerable a la corrupción y difícil de exhibir ante los puntillosos contribuyentes de Europa y otros donantes. Sin embargo, constituye todavía hoy una piedra de toque de muchas de las economías más pobres del planeta. Las carreteras, los ferrocarriles, los puentes, túneles y sistemas de energía permiten desarrollar y conectar polos de producción, crear empleo y promover el crecimiento económico. Precisamente los sectores en los que el gigante asiático se ha comprometido recientemente a invertir otros 60.000 millones de dólares en tres años.

Lo que no teníamos tan claro es que la proliferación de estas infraestructuras podía ayudar mucho en la reducción de desigualdades entre países y al interior de estos. Ese es precisamente el argumento de un ambicioso trabajo publicado este mes de septiembre por la organización Aiddata. Utilizando datos geolocalizados de satélite que miden en alta resolución la intensidad lumínica en una región determinada, el estudio analiza dónde se concentra la actividad económica vinculada a los proyectos de inversión chinos y en qué medida esta inversión favorece o perjudica la disparidad de la actividad económica dentro de un país.

La magnitud del análisis está reflejada en el mapa adjunto (que pueden consultar de forma interactiva aquí) y corta la respiración: se han considerado 3.485 proyectos de desarrollo llevados a cabo por la cooperación china a lo largo de quince años (2000-2014) en 6.184 localidades de 138 países y por un valor total de 273.600 millones de dólares. Los países fueron divididos en 32.000 localidades subnacionales, y para cada una de ellas se calculó un índice Gini en donde 0 reflejaba la distribución geográfica más equitativa de los proyectos y 1 la concentración más inequitativa de los mismos. La metodología se refuerza considerando otros factores que pueden haber afectado los niveles de desigualdad de esas regiones durante el período analizado. (Otros detalles en este pedagógico artículo escrito por sus autores.)

El resultado sugiere que la ayuda prestada por China en este sector –­en particular la construcción de carreteras y puentes– ha contribuido de manera tangible a reducir la desigualdad geográfica de los países afectados. Esto abre oportunidades para un modelo de desarrollo más inclusivo en el que las zonas rurales y remotas se beneficien del empleo, el consumo y las inversiones que ya disfrutan las grandes urbes. Por ejemplo, revitalizando economías agrarias de las que dependen los medios de vida y la seguridad alimentaria de centenares de millones de personas en los distritos más olvidados de los países pobres.

El desarrollo con equidad es también el objetivo que dicen perseguir los donantes tradicionales a través de sus programas, más centrados en la inversión social, la sostenibilidad ambiental y el refuerzo de las instituciones locales (incluyendo poner coto a las tentaciones de corrupción). Y eso es todavía mejor noticia. ¿Se imaginan todo lo que pueden hacer la ayuda antigua y nueva trabajando estrechamente con los gobiernos y sociedades de los países receptores?

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